¿Sabes qué dispositivos del vehículo son los que más energía consumen?

[Patrocinado] Los coches modernos se caracterizan por disponer de numerosos sistemas relacionados con la seguridad, la eficiencia y el confort del vehículo. Los que antaño se consideraban dispositivos «opcionales» (asientos calefactados, sistemas de infoentretenimiento…), hoy forman parte de los estándares mínimos que los conductores esperan encontrar cuando compran un automóvil nuevo.

Todos estos sistemas (que pueden llegar a ser más de 150 en los vehículos actuales) pueden funcionar gracias a la energía de un solo componente: la batería de 12V.

Pero, ¿sabes cuáles de ellos son los que más energía consumen? Los expertos de VARTA nos lo explican a continuación.

El nivel de importancia de los sistemas no siempre es directamente proporcional a su consumo energético. Si hablamos de seguridad en el vehículo, los desempañadores del parabrisas y la luna trasera, que aseguran una buena visibilidad en invierno, consumen unos 120 vatios de energía. Los limpiaparabrisas, imprescindibles para garantizar la seguridad en condiciones de lluvia, consumen entre 80 y 150 vatios (en función de su velocidad programada). Las luces del coche son esenciales para la seguridad en condiciones de poca visibilidad. Las luces de conducción modernas con faros LED supusieron un gran avance en cuanto a eficiencia energética, ya que consumen 5 veces menos que las halógenas (tan solo 50W).

En cuanto a los dispositivos de confort, uno de los mayores consumidores es sin duda la climatización del vehículo, imprescindible en países como España donde la amplitud térmica nos hace pasar de muy bajas temperaturas en invierno a máximas que sobrepasan los 40 grados en verano. Los sistemas de aire acondicionado obtienen la energía que necesitan principalmente del motor (en automóviles de combustión), pero también suponen un esfuerzo adicional de 500 vatios para la batería. La calefacción de los asientos también tiene un consumo notable, entre 100 y 200 vatios.

Uno de los sistemas más apreciados por los conductores es el techo solar eléctrico, que además de proporcionar mayor nivel de iluminación al vehículo es una opción natural de ventilar el habitáculo con aire fresco. Para abrirlo y cerrarlo, su motor necesita 200 vatios. Los elevalunas y cierres centralizados son controlados por servomotores que necesitan 150 vatios. Con todo, solo se utilizan unos pocos segundos. No ocurre lo mismo con el mechero, que suele utilizarse como cargador de smartphones o para hacer funcionar otros dispositivos. A pesar de ello, con un consumo de 50 vatios, su demanda de la batería es modesta.

Pero el mayor consumidor de energía del vehículo es el motor de arranque, que puede consumir entre 1.000 y 2.500 vatios, en función del tamaño y tipo de motor del coche. Aunque se trata de un consumo muy elevado, tan sólo es necesario durante el instante del arranque. Pero si se llevan a cabo arranques frecuentes, el consumo se incrementa y podría agotarse la batería.

Por todo ello, es fundamental contar con una batería fiable para abastecer los sistemas embarcados de los vehículos de hoy en día. Con una batería de tecnología avanzada y alto rendimiento se dispone de energía suficiente en verano e invierno para arrancar el motor y alimentar a todos los consumidores eléctricos.

Pero, ¿sabes cuáles de ellos son los que más energía consumen? Los expertos de VARTA nos lo explican a continuación.

El nivel de importancia de los sistemas no siempre es directamente proporcional a su consumo energético. Si hablamos de seguridad en el vehículo, los desempañadores del parabrisas y la luna trasera, que aseguran una buena visibilidad en invierno, consumen unos 120 vatios de energía. Los limpiaparabrisas, imprescindibles para garantizar la seguridad en condiciones de lluvia, consumen entre 80 y 150 vatios (en función de su velocidad programada). Las luces del coche son esenciales para la seguridad en condiciones de poca visibilidad. Las luces de conducción modernas con faros LED supusieron un gran avance en cuanto a eficiencia energética, ya que consumen 5 veces menos que las halógenas (tan solo 50W).

En cuanto a los dispositivos de confort, uno de los mayores consumidores es sin duda la climatización del vehículo, imprescindible en países como España donde la amplitud térmica nos hace pasar de muy bajas temperaturas en invierno a máximas que sobrepasan los 40 grados en verano. Los sistemas de aire acondicionado obtienen la energía que necesitan principalmente del motor (en automóviles de combustión), pero también suponen un esfuerzo adicional de 500 vatios para la batería. La calefacción de los asientos también tiene un consumo notable, entre 100 y 200 vatios.

Uno de los sistemas más apreciados por los conductores es el techo solar eléctrico, que además de proporcionar mayor nivel de iluminación al vehículo es una opción natural de ventilar el habitáculo con aire fresco. Para abrirlo y cerrarlo, su motor necesita 200 vatios. Los elevalunas y cierres centralizados son controlados por servomotores que necesitan 150 vatios. Con todo, solo se utilizan unos pocos segundos. No ocurre lo mismo con el mechero, que suele utilizarse como cargador de smartphones o para hacer funcionar otros dispositivos. A pesar de ello, con un consumo de 50 vatios, su demanda de la batería es modesta.

Pero el mayor consumidor de energía del vehículo es el motor de arranque, que puede consumir entre 1.000 y 2.500 vatios, en función del tamaño y tipo de motor del coche. Aunque se trata de un consumo muy elevado, tan sólo es necesario durante el instante del arranque. Pero si se llevan a cabo arranques frecuentes, el consumo se incrementa y podría agotarse la batería.

Por todo ello, es fundamental contar con una batería fiable para abastecer los sistemas embarcados de los vehículos de hoy en día. Con una batería de tecnología avanzada y alto rendimiento se dispone de energía suficiente en verano e invierno para arrancar el motor y alimentar a todos los consumidores eléctricos.

Como la batería VARTA Dynamic AGM, que ofrece un rendimiento máximo, con tres veces la vida útil de las baterías convencionales. Es idónea para coches con las mayores demandas de energía, incluidos aquellos con funcionalidad Start-Stop o los vehículos eléctricos. Las baterías VARTA cumplen con todos los requisitos de los fabricantes de equipos originales. Fabricadas en Alemania, las baterías VARTA ofrecen un rendimiento preciso y una fiabilidad duradera.

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