Desde su invención en los años 70 (debido a la necesidad de ahorrar combustible durante la crisis petrolífera de la época) el sistema Start-Stop ha sido ampliamente adoptado en los vehículos gracias a sus beneficios en cuanto a consumo, y también para cumplir con las exigencias ambientales de emisiones.
En estas fechas navideñas, dados los numerosos desplazamientos urbanos que se llevan a cabo (para hacer compras, asistir a comidas y cenas de empresa, encontrarse con amigos y familiares…), el Start-Stop es un sistema presente para casi todos los conductores, que padecen los atascos y retenciones propios de la época.
Pero a pesar de ser un sistema comprobado y con múltiples ventajas, siguen existiendo a su alrededor mitos infundados sobre su uso. Los expertos de VARTA nos explican a continuación cuáles son los 4 mitos más comunes sobre el sistema Start-Stop, y cuál es la realidad:
Mito #1:
«El sistema Start-Stop descarga tanto la batería que llega un momento en que el vehículo no arranca.»
Realidad:
Esta afirmación no es verídica. Todos los vehículos con función Start-Stop tienen un sensor de batería y un sistema de gestión de la energía que se adaptan a la arquitectura del vehículo y la batería instalada. El sensor de la batería supervisa continuamente el estado de carga de la batería y solo apaga el motor si se cumplen los parámetros del vehículo para volver a arrancarlo con fiabilidad. Además del estado de carga, los sistemas de gestión de la energía controlan también el estado de salud de la batería.
La mayoría de los vehículos utilizan la batería con un estado de carga muy superior al 70 %. Así el arranque está siempre garantizado si la batería está en buen estado. Si la batería ha alcanzado el final de su vida útil, el sistema de gestión de la energía desactiva la función Start-Stop. En tal caso, la batería se debe sustituir de inmediato por una batería nueva. De lo contrario, la capacidad de arranque ya no estará asegurada, sobre todo tras largos periodos de inactividad y con el motor frío.
Mito #2:
«El Start-Stop aumenta el consumo de combustible al apagar y encender constantemente el motor.»
Realidad:
Esto no es cierto. Gracias al sistema Start-Stop algunos vehículos consumen hasta un 15 % menos de combustible que cuando el sistema Start-Stop está desactivado. Y no solo hay un beneficio en cuanto a ahorro de combustible, sino también una reducción de gases de escape a motor parado, lo que ayuda a proteger el Medio Ambiente.

Mito #3:
«El Start-Stop toma muchas decisiones por el conductor. Por ello, este cede una gran parte del control del coche.»
Realidad:
No es cierto: los nuevos sistemas de asistencia de los vehículos modernos no restan capacidad de decisión al conductor, sino que favorecen la seguridad y la eficiencia. Por ejemplo, el alumbrado automático, la activación automática del limpiaparabrisas cuando llueve o la vibración del volante al activarse el asistente de mantenimiento de carril si se cambia de carril sin señalizar, aumentan la seguridad al volante.
Mito #4:
«Como hay que esperar a que el motor arranque, no se puede comenzar a circular rápido.»
Realidad:
Este mito no es cierto. Ahora los vehículos responden tan rápido cuando se pisa el embrague o el acelerador que no se percibe realmente un retardo al arrancar. Esta sensación de retraso puede deberse a distracciones más que al arranque del motor con el sistema Start-Stop.
Como has podido comprobar, los beneficios y ventajas de los avances tecnológicos en automoción superan los mitos y las dudas que puedan surgir. Si quieres estar a la última en cuanto a tecnología y baterías, no te pierdas los consejos de los expertos de VARTA en la web de VARTA Automotive.




